Junto a representantes de la academia, la sociedad civil y emprendedores tecnológicos, el ministro de Ciencia, Andrés Couve, presentó la primera Política Nacional de Inteligencia Artificial de Chile y el Plan de Acción que busca impulsar la adopción y desarrollo de esta tecnología en beneficio de las personas y el desarrollo sostenible.
El lanzamiento, realizado desde la terraza poniente del Observatorio del Cerro Calán, viene a conmemorar un trabajo que se ha extendido por más de dos años. En agosto de 2019 el presidente Sebastián Piñera encomendó a Couve, impulsar un Plan de Trabajo de Inteligencia Artificial (IA) que contribuya a que Chile se inserte exitosamente en la revolución tecnológica.
La Inteligencia Artificial tiene el potencial de impactar la vida cotidiana de las personas en plazos que parecen cada vez más acotados. A través de esta política, Chile está dando respuesta a uno de los desafíos más apremiantes para los países que buscan transformar los avances tecnológicos en bienestar y desarrollo humano integral. Así, se suma en la región a Brasil, Argentina, México y Colombia que han presentado recientemente estrategias sobre IA.
En el lanzamiento, Couve señaló que la Inteligencia Artificial es un ámbito de la revolución tecnológica que se ha incorporado a nuestra vida cotidiana. Esta Política Nacional nos permite promover la construcción de capacidades para su desarrollo y uso responsable y apunta a empoderar a la ciudadanía, a comprender las oportunidades y ventajas que nos brinda, así como los riesgos asociados”.
Necesitamos una nueva forma de pensar sobre la ciencia de datos, que nos permitan usarlos en beneficio de la población, de modo de cerrar y no amplificar las brechas que persisten en nuestra sociedad. “Con ese objetivo, estamos felices de dar a conocer hoy la primera Política Nacional de Inteligencia Artificial, la cual se realizó a través de un trabajo transversal junto a un grupo de expertos líderes en el área, con la finalidad de pensar un recorrido común que nos permita construir una postura ética y un camino de acciones concretas para abordar este dilema, convirtiéndolo en oportunidad para el país”, sostuvo la subsecretaria Carolina Torrealba.
El Plan de Acción reúne 70 acciones prioritarias con inversión pública y que impactarán en áreas como la educación, el desarrollo productivo, la formación de talentos. Couve entregó detalles sobre la importancia de la participación de la academia, la ciudadanía, la industria y el sector público que contribuyó en la elaboración de esta Política Nacional de IA.
En el proceso diseñado por el Ministerio de Ciencia, participaron más de nueve mil personas, mediante mesas autoconvocadas, distintas actividades presenciales y virtuales en todo el país, además del proceso de consulta pública que cerró la etapa de redacción de esta política.
El plan de trabajo presentado por el ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, está programado en tres ejes. El primero, llamado Factores Habilitantes, se refiere a los elementos que se necesitan para la existencia y el despliegue de la IA en nuestro país. Es decir, aquellos componentes sin los cuales el uso y desarrollo de esta tecnología se hace imposible. Se incluyen en este eje el desarrollo de talentos; de infraestructura tecnológica como fibra óptica y el 5G; y datos.
El segundo eje (Desarrollo y Adopción), comprende el espacio donde se desarrolla y despliega la IA. Éste contiene a los actores que crean, proveen y demandan sus diferentes aplicaciones y técnicas, como la academia, el Estado, el sector privado y la sociedad civil. Incluye investigación básica y aplicada, transferencia tecnológica, innovación, emprendimiento, mejoramiento de servicios públicos, desarrollo económico basado en tecnología (IA en la industria, emprendimiento, etc.) y la adopción en los distintos sectores, entre otros.
El tercer eje de la Política Nacional de Inteligencia Artificial de Chile, titulado Ética, aspectos normativos, y efectos sociales y económicos, aborda las nuevas discusiones que han surgido a propósito de la interacción humano-máquina y el sistema socio-técnico que configura, entendiendo que algunas de ellas están más avanzadas y otras en un nivel de desarrollo inicial.
En este último están incluidos algunos de los aspectos normativos más relevantes de acuerdo a la discusión ciudadana y a la experiencia nacional e internacional. Por ejemplo, aborda la IA en la protección al consumidor, en la privacidad, en el sistema de propiedad intelectual y en la ciberseguridad. Además, comprende temas como explicabilidad/transparencia, género e impacto en el mercado laboral entre otros aspectos éticos, sociales y económicos.
La iniciativa cuenta con el trabajo y respaldo de un grupo de académicos y científicos, entre ellos, César Hidalgo (Universidad de Toulouse), María Paz Hermosilla de la Universidad Adolfo Ibáñez, Raphael Bergoeing, perteneciente a la Comisión Nacional de Productividad / Universidad Diego Portales, Alberto Cerda de la Universidad de Chile y Álvaro Soto (Pontificia Universidad Católica de Chile/IMFD).
FUENTE: LA TERCERA
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