El hormigón es uno de los materiales más utilizados en la construcción, pero su fabricación es responsable de una gran parte de las emisiones de CO2 a nivel mundial. Sin embargo, el hormigón verde ha surgido como una alternativa más sostenible. A diferencia del hormigón tradicional, este nuevo material reduce las emisiones mediante la sustitución del clínker con materiales como cenizas volantes o escorias de altos hornos, e incluso es capaz de absorber dióxido de carbono durante su vida útil. Además, se están explorando hormigones con bioagregados, utilizando residuos orgánicos para disminuir el impacto ambiental.
En Cádiz, España, se ha implementado un proyecto innovador utilizando hormigón verde en la construcción de la nueva Terminal de Contenedores del Puerto de Cádiz. Este material, conocido como ECOPLANET, reduce las emisiones de CO2 en un 27% al reemplazar parcialmente el clínker por escorias, mejorando la durabilidad de las infraestructuras y disminuyendo su necesidad de mantenimiento.
Este avance tecnológico demuestra cómo la innovación puede transformar sectores clave como la construcción, haciendo que los materiales más comunes sean respetuosos con el medio ambiente y ayudando a combatir el cambio climático.
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