La situación actual del ser humano con sus desechos, es uno de los temas más preocupantes de los últimos años.
Según un estudio de las Naciones Unidas, nos demuestran que los océanos se deterioran rápidamente y los recursos marinos están cada vez más amenazados por actividades humanas como la sobrepesca y la contaminación causada por la basura que se arroja al mar, y una cifra concreta de ello es que cada minuto se vierte al mar el equivalente a un camión de basura lleno de plásticos.
Según información entregada por el Ministerio de Salud, cada persona en nuestro país genera 1 kilo de basura, acumulando cerca de 7,4 millones de toneladas de basura cada año, sin duda un preocupante número para el país y el mundo, o eso pensábamos hasta ahora.
Un ambicioso plan para el tratamiento de la basura está preparando Echeverría Izquierdo Soluciones Industriales (EISI) en conjunto con la empresa norteamericana Babcock & Wilcox. Esto a partir del acuerdo firmado por ambas compañías que promueve la sustentabilidad en las ciudades más contaminantes del país, a través de la construcción de plantas para el desarrollo del sistema waste to energy para la reconversión de la basura domiciliaria e industrial en energía.
Para el gerente general de Echeverría Izquierdo Soluciones Industriales, Darío Barros, el sistema waste to energy, que se viene desarrollando en distintas partes del mundo y que consiste en tomar la basura de una ciudad, quemarla y transformarla en energía, “tiene una serie de ventajas evidentes. Se evita el problema de los vertederos, se produce energía a bajo costo y se disminuye ostensiblemente el nivel de emisiones contaminantes que se generan”.
Babcock & Wilcox ya ha desarrollado esta tecnología para grandes centros urbanos como Miami, en Estados Unidos; y Copenhague, la capital de Dinamarca. La firma cumplirá la función de “tecnólogo”, y EISI la ingeniería.
“Se trata de un procedimiento que ahorraría una serie de costos económicos y medioambientales y, de paso, serviría para producir energía gratis a un alto porcentaje de la población. El convenio está firmado y ahora lo que falta es voluntad política para desarrollar este sistema junto a las autoridades encargadas”, puntualiza Barros.
Según el ejecutivo, la central construida en Dinamarca permite dotar de energía a cerca de 160 mil hogares.
Para Babcock & Wilcox, “este sistema beneficia directamente a las comunidades, porque puede otorgar beneficios de energía en las distintas comunas del país, además de elementos materiales como menores tránsitos de camiones, entre otras ventajas”.
A partir de este acuerdo, las compañías están materializando reuniones con actores privados y municipios de distintas zonas del país para desarrollar la iniciativa.
Fuentes: Naciones Unidas, La Tercera, Ministerio de Salud
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